dijous, 5 de març del 2015

Reflexión sobre el docente

Este post lo pongo para reflexionar sobre lo que estuvimos estando hablando el pasado día en la clase de educación del movimiento sobre profesionales de la rama de la docencia, los cuales son los encargados de ayudar a educar. 


Para mí personalmente, un buen docente es aquel que se preocupa tanto por el alumnado para que aprenda, como por sus problemas personales, de esta manera podremos ayudar al alumno para que este aumente de forma considerable su proceso de educación y sea lo más efectivo posible. Para que la educación tenga calidad hay que ganar la confianza del alumnado, pero siempre manteniendo la distancia entre profesor y alumno. Pienso que el valorar más o menos a un profesor no se basa solo en aquello que aprendemos sino también por el “trato” que percibimos de ese profesor, por tanto, hablamos de 2 niveles: nivel educativo “lo que nos enseña ese profesor” y el nivel afectivo “trato”. Dependiendo del predominio de uno de estos niveles valoraremos mejor o peor a ese profesor en concreto.
Para mí, el valorar un buen profesor en principio predomina el conocimiento que he aprendido gracias a él, pero dependiendo de la forma en que se ha comportando hacia mi persona lo valoraré positiva o negativamente.  En secundaria, hay un trato bastante más cercano que en las universidades, por eso, tal y como hemos visto en clase, la mayoría veían al mejor profesor que habían tenido en esta etapa en la cual el aspecto afectivo es predominante.

Por otra parte, la valoración peyorativa hacia un profesor viene determinada como hemos dicho antes básicamente por el “trato”; También afecta la forma en que explica los conceptos, ya que si no sabe explicar con claridad los conceptos por muy bien que nos trate, tendrá una valoración negativa. La falta de implicación en las tareas, el menosprecio hacia algún alumno, gritar… hacen que el alumno tenga experiencias negativas hacia esa persona, ajeno a la calidad de la explicación de sus contenidos, pues la profesión del docente implica acotar campos de acción en función de la coyuntura educativa en la que nos encontremos, teniendo en cuenta la calidad y claridad educativa de sus contenidos, por eso debemos mostrar cierta implicación y preocupación hacia los estudiantes, para que de esta manera puedan perfeccionar sus capacidades personales y cognoscitivas.


2 comentaris:

  1. Me parece un post muy interesante y con mucha miga, pues dices que para juzgar a un profesor positivamente debes tener en cuenta dos conceptos, el afectivo y el educativo, pero no crees que a veces esto depende de ciertas circustancias? Muchas veces valoramos a un profesor que es bueno antes de conocerlo por la "fama" que tiene, la dificultad de la asignatura que imparte o los conocimientos que posee. Es decir, ya se le tiene un respeto antes de tenerlo, cosa que no tendría un profesor nuevo y con una asignatura que no llame la atención de los alumnos.

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  2. Hola Paolo, cierto. La "fama" previa antes de conocer para juzgar a un profesor también influye y mucho a la hora de valorarlo, muy buena tu aportación para completar este post, gracias.

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